El hombre del pantano
Un estudio realizado por un grupo de investigadores del Museo Silkeborg de Dinamarca y publicado en la revista ‘Antiquity’ ha revelado la última comida del hombre de Tollund, uno de los cadáveres de los pantanos más famosos que se han encontrado.
Los cuerpos de los pantanos son una serie de cadáveres de la Edad de Hierro que se han encontrado en el norte de Europa y Gran Bretaña que destacan por lo bien preservados que se mantienen a pesar de que murieron hace más de 2.000 años. Los cadáveres se momifican naturalmente y conservan la piel y los órganos debido a la acidez del agua, las bajas temperaturas y la ausencia de oxígeno.
En el caso del hombre de Tollund, la momia sobre la que ha hecho el estudio el grupo de investigadores daneses, este conservaba todavía la soga con la que fue ahorcado. Los expertos han analizado el estómago en busca de alucinógenos o estupefacientes presentes en la última comida de esta momia que sugiriera que el asesinato fuera parte de un ritual y estos medicamentos ayudaran a que el hombre no sufriera.
Una papilla bastante nutritiva
Cuando se descubrió el hombre de Tollund en 1950 las investigaciones determinaron que el hombre había ingerido su última comida entre 12 y 24 horas antes de morir. Ahora, el equipo dirigido por Nina Nielsen, directora de investigación del Museo Silkeborg de Dinamarca, ha ido un paso más allá y ha revisado el contenido del intestino de la momia con una nueva tecnología.
Los resultados demuestran que la última comida del hombre fue una especie de papilla “bastante nutritiva”, hecha a base de cebada, lino, semillas de hasta 20 plantas silvestres y un poco de pescado. Se trata de un tipo de comida bastante habitual y que ya se ha encontrado en análisis de otros cadáveres de los pantanos.
Pero, además, en el estudio se identificaron fragmentos microscópicos de papilla carbonizada, por lo que los investigadores pudieron determinar que la comida fue cocinada en una olla de arcilla que estaba ligeramente quemada. “Te haces una idea de la dieta media, pero este estudio puede decirte qué comió el día que murió”, afirma Nielsen. “Eso es lo que lo hace realmente interesante, te acercas mucho a cómo ocurrió todo” afirmó la investigadora, según recoge ‘National Geographic’.